Muchos sois los padres que mostráis inquietud ante la gran cantidad de horas que pasan los hijos frente a las pantallas, ya sea de un ordenador, tablet o móvil.
Este hábito de los menores es más visible en época de vacaciones, ya que el tiempo libre les hace reclamar aún más la atención de los padres y, por ende, las actividades online acaparan una mayor parte del tiempo de los niños.
No existe una regla oficial sobre cuánto tiempo debe pasar un niño frente a una pantalla. Lo ideal es llegar a un consenso según las necesidades de cada menor y, por supuesto, que el uso de las pantallas no interfiera con otros planes.
¿Qué provoca en los menores un uso prolongado de las pantallas?
Es importante supervisar el uso de pantallas en niños porque puede crear cierta adicción en los menores.
Tus hijos pueden divertirse, aprender, informarse y estar en contacto con sus amigos vía online. Pero debe haber ciertas pautas a seguir, ya que pasar mucho tiempo frente a las pantallas puede generar efectos secundarios:
- Alterar el sueño. Un uso excesivo de las pantallas puede perjudicar el sueño de los menores y hacer que permanezcan despiertos cuando deberían estar durmiendo.
- Empeorar el rendimiento en el colegio. Pasar demasiado tiempo en una actividad online puede llevarle a dejar de lado los deberes que tiene asignados en la escuela.
- Realizar menos ejercicio físico. Pasar horas frente a las pantallas puede perjudicar al rendimiento activo de los adolescentes. Aquellos niños con cierto enganche a las pantallas presentan una vida menos saludable.
- Afectar a la vida social y a la manera de relacionarse con los demás, es decir, socializan menos.
- Ejercer presión social. Puede que los niños estén expuestos a contenidos sobre el aspecto físico, la moda o comportamientos que afecten de manera negativa en su percepción de vida. Mucha información puede no ser los adecuada.
Entonces ¿qué debes hacer como padre o madre? Una de las pautas más importantes es el sentido común y, por supuesto, dar ejemplo. Los niños imitan a los padres, así que ¿para qué queremos un móvil mientras comemos?
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