Existen ciertas desigualdades entre un disco duro HHD y un disco SSD, pero ¿sabes cuál debes utilizar? Esto depende del uso que vayas a darle a tu ordenador.
Los discos duros HHD o mecánicos están compuestos por piezas mecánicas y utilizan el magnetismo para grabar los datos y archivos. Estos discos disponen de un mecanismo giratorio y cuanto más rápido giren, a mayor velocidad se transmiten los datos.
Las unidades SSD o de estado sólido almacenan los archivos y datos en microchips con memoria flash interconectada entre sí, a diferencia de los HHD que emplean los componentes mecánicos. Utilizan un procesador integrado para realizar operaciones relacionadas con la lectura y escritura de los datos.
¿Cuáles son las diferencias entre HHD y SSD?
- El disco SSD es más silencioso y no produce vibraciones porque no tiene partes móviles y no depende del giro del disco como componente físico de la unidad.
- La capacidad del disco duro HHD (entre 1 y 15 TB, en general) es mayor que la del SSD (entre 256 GB y 4 TB).
- El tiempo de arranque del sistema operativo varía de un disco a otro. De este modo, la unidad SSD permite un arranque más rápido que el disco duro HHD.
- En cuanto a velocidades de escritura y lectura, el HHD es bastante más lento que el SSD. Para que nos hagamos una idea, un SSD lee hasta 10 veces más rápido y escribe hasta 20 más rápido que un HDD.
- La durabilidad de la unidad SSD se ve más comprometida por sus células de memoria, ya que tienen una vida útil muy definida en referencia al número de operaciones de escritura de datos en ella. Mientras que el HHD puede grabar y leer datos de sus discos durante años sin que se desgasten.
- La sensibilidad de un HHD es mayor respecto a golpes o movimientos bruscos que pueden hacer que las partes mecánicas se dañen.
- El precio entre ambos también varía. La unidad SSD es más cara que el HHD debido a ventajas como la rapidez en el arranque, el menor consumo o su condición de más silencioso.
- Probabilidad de recuperación de datos. De cara una pérdida de información o problemas de accesibilidad a la unidad, donde el disco presente un fallo físico o lógico, el disco SSD es mucho más difícil de recuperar que un disco HDD.
Si no sabes cuál de los dos utilizar, nuestra recomendación es que dispongas de ambos si es posible. Por ejemplo, en una torre puedes utilizar una SSD para el disco C —donde instalar el sistema operativo— y un HHD como secundario —para almacenar todos los archivos pesados—.
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